
Para conseguir un sueño profundo y reparador hay que tener en cuenta todos los factores
Cambiar los hábitos para conseguir dormir de forma fácil, profunda y de seguido es sencillo si se siguen estos pasos:
- Comprender para qué existe el acto de dormir realmente y qué sucede mientras.
- Responsabilizarnos ante la sapiencia de que la salud física de nuestro cuerpo depende en su mayoría de la activación de la sanación que surge mientras dormirmos.
- Saber cómo funcionan los ciclos de sueño y su duración exacta.
- Entender qué son los ritmos circadianos.
- Conocer cada una de las cinco fases que cierran cada ciclo de sueño.
- Aprender a generar una buena higiene del sueño.
- Descubrir si hay rumia o “pensamientos en bucle” y, de ser así, su temática y utilizar técnicas para oxigenar el cerebro antes de descansar.
Dormir mal puede ser tanto causa como consecuencia. Es decir, que puede que el dormir poco varias veces seguidas por anteponer otras cosas haya derivado en cambios de humor, falta de concentración o memoria, frustración, fallos laborales, bajo rendimiento, nerviosismo, agotamiento, discusiones, etc. Y, por otro lado, puede que haya ámbitos que te han generado un estrés muy concreto (como aspectos laborales, familiares, ansiedad, tristeza, etc.) de tal manera que tu sueño se ha debilitado o fracturado. Por esta razón, es sumamente importante saber si es causa o efecto para trabajarlo de una forma u otra; es la única manera de conseguir volver a dormir bien.
CONCILIACIÓN DEL SUEÑO
Una de las partes más importantes del sueño es conseguir entrar en las primeras fases cuando nos disponemos a ello. Es decir, que la mente decida dormir en vez de darle vueltas y más vueltas a los problemas presentes, pasados o futuros. Para poder recuperar la inercia natural del sueño trabajaremos con cómo manejamos el estrés y los pensamientos en bucle.
DURACIÓN DEL SUEÑO
Por mucho que nuestro cuerpo conecte con rapidez con el sueño, si nos despertamos en medio de la noche (especialmente si despertamos en una de las fases medias del sueño), al despertar no sentimos que el sueño haya sido realmente reparador. Esto sucede a veces porque al levantarnos ponemos en marcha “la maquinaria del pensamientos” y esa activación corta de forma repentina el trabajo que estaba realizando nuestro cuerpo para sanar. Pero no es la única razón, hay muchas causas subyacentes que alteran los ritmos de sueño y por eso es importante descubrir el origen.
LA HIGIENE DEL SUEÑO
Probablemente, más de la mitad de los problemas asociados al dormir se incluyen en este apartado. Todo influye: qué tipos de actividad física y mental realizamos durante el día y en qué momentos, alimentación, manejo del estrés, uso de aparatos electrónicos (televisión, móviles, etc.), uso de iluminación antes de acostarnos, exceso o falta de oxígeno en la habitación (por ejemplo, debido al uso de plantas), limpieza y orden del ambiente, etc.

¿Hablamos?
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Te ofrezco las cuatro partes indispensables para que puedas conseguirlo:
1.- La escucha precisa para saber dónde está realmente la sintomatología (no poder conciliar facilmente el sueño, sueño desestructurado, síntomas en la vigilia, etc.)
2.- Un análisis exhaustivo para conocer cuál o cuáles son las verdaderas causas de no dormir bien.
3.- Poner toda mi sabiduría a tu alcance. No solo te vas a llevar el cambio que necesitas, sino que además entenderás cómo funciona todo lo relacionado con el sueño para que no vuelvas a tener problemas de este tipo o, si aparecen, puedas solucionarlos por tu cuenta.
4.- Crearemos un Plan de Acción para conseguirlo en el menor tiempo posible.