
No podemos dar marcha atrás y eliminar del diamante la presión que lo originó, pero sí podemos sacarle brillo y que ilumine el mundo
El trauma se puede trabajar de varias formas:
- Eliminar en el consciente recuerdos concretos
- Prevenir la repetición de aquello que lo originó o finalizar el origen mismo si sigue presente
- Bajar la carga emocional derivada del recuerdo
- Reconectar de nuevo con tu Identidad y/o con tu cuerpo
Tras la vivencia de un trauma solemos aislarnos o evadirnos de la realidad. Esto hace que cada vez nos sintamos aún más vacías porque, sin darnos cuenta, nos estamos castigando a nosotras mismas. Ahora bien, dar el paso hacia una mano amiga es el primero de muchos más buenos y llenos de paz, felicidad y, mejor aún: Plenitud.
CADA DIAMANTE ES ÚNICO
Cada persona es tan diferente de las demás como los diamantes lo son entre ellos. Cada uno refleja un brillo, una dureza y una serie de características dependiendo de lo que ha soportado durante su pasado. Y yo me pregunto… ¿Qué tipo de diamante eres tú? Esto es exactamente lo que vamos a descubrir a lo largo de nuestras sesiones.
RECONOZCO TU VALENTÍA
Las plantas buscan la luz para sobrevivir y, para ello, muchas veces crecen de diferentes maneras en búsqueda del sol. Trepan como pueden y cambian el tono de verde de sus tallos y hojas según los nutrientes con los que cuenten. Sin embargo, incluso cuando éstos son muy pocos o casi nulos, siguen adelante. Al igual que sucede con las plantas, gracias a la personalidad que has ido desarrollando día a día, has podido continuar tu camino. Ahora es momento de respirar y reencontrar todo lo que has ido perdiendo por el camino.
TU CUERPO ES TU TEMPLO
Como tu cuerpo es el que ha luchado para conseguir que a día de hoy puedas leer estas palabras, sin darte cuenta lo asocias al evento traumático de tal forma que es posible que lo estés dejando de lado y castigándolo simplemente porque estuvo allí. Para dar el cambio hacia tu bienestar, tendremos en cuenta y en alta estima la gran sabiduría de tu cuerpo, que te ha proporcionado la capacidad de seguir adelante. Así, lo ensalzaremos y le agradeceremos el enorme esfuerzo que ha realizado y su gran sacrificio hasta ahora mientras caminemos a lo largo de los pasos que vamos a dar juntas…

¿Hablamos?
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Te ofrezco las dos partes indispensables para conseguir manejar el trauma en vez de que él te maneje a ti:
1.- Analizar con qué síntomas vives tu día a día para conseguir que dejen de afectarte tanto o incluso eliminarlos: llorar sin razón aparente, agresividad incontrolable, autolesiones, ansiedad y ataques de pánico o agorafobia, pensamientos suicidas, temer la muerte, temer el rechazo y/o abandono, confusión de emociones, frustración y rabia impotente, vergüenza y culpa, adicción a los medicamentos o a las drogas, depresión latente, ataques repentinos de depresión, trastorno límite de personalidad, vacío interior, sentirse antisocial, trastornos de alimentación (Ana-anorexia, Mía-bulimia o Alissa-ortorexia), etc.
2.- Hallar el origen sin entrar en el dolor gratuitamente. Es decir, conseguir la información necesaria para saber qué trabajar y cuál es la mejor vía y con menor sufrimiento para alcanzar nuestros objetivos.